La compra de la estancia María Dolores en Florida por parte del Instituto Nacional de Colonización ha estado en el centro de la discusión política en la última semana. El anuncio se realizó durante el cortejo fúnebre del expresidente José Mujica y fue presentado por el gobierno como un homenaje al fallecido líder.
La estancia consta de 4.404 hectáreas aptas para actividades agrícolas y ganaderas y su costo fue 32.500.000 dólares. Incluye galpones, viviendas, caminos internos, sistemas de riego por pivote y represas, además de un monte de olivos y un corral de engorde con capacidad para 8.500 animales, según lo informado ayer por el Ministerio de Ganadería.
En las últimas horas, a la polémica por la compra de la tierra se sumó un nuevo capítulo: se conoció que el presidente del instituto, Eduardo Viera, es colono activo, y el artículo 200 de la Constitución impide ocupar cargos en organismos con los que se mantiene una relación directa. Viera además no incluyó esa información en el currículum que presentó ante el Parlamento para votar su venia. Además, también en los últimos días se reportó por parte de la prensa que Viera mantiene un expediente abierto por incumplimientos de pagos con el propio instituto.
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