El presidente Yamandú Orsi advirtió que su gobierno enfrenta “cuatro o cinco situaciones complejas” en estos primeros días de gestión. Las declaraciones del mandatario generaron críticas desde la oposición.
En conferencia de prensa desde Torre Ejecutiva, Orsi mencionó entre los principales desafíos: el proyecto de ley sobre el Casmu, la deuda del Ferrocarril Central, la renegociación del contrato del proyecto Neptuno, la crisis de la Caja de Profesionales y una deuda “demasiado abultada” de ASSE con proveedores.
En ese contexto, el presidente también se refirió a un “panorama complicado” en Ancap. Dijo que la petrolera estatal vuelve a registrar pérdidas tras diez años, con un resultado negativo de 118 millones de dólares en 2024.
Además, informó que la deuda total de Ancap asciende a 255 millones, incluyendo un préstamo de 160 millones autorizado por el gobierno anterior.
Orsi señaló que el sector del portland, históricamente deficitario, multiplicó sus pérdidas: pasó de 2 millones en 2020 a 24 millones en 2023.
Por su parte, la ministra de Industria, Fernanda Cardona, afirmó que será necesario un cambio profundo en la gestión de Ancap para que recupere su rol estratégico.
El secretario general de la Federación Ancap (Fancap), Manuel Colina, cuestionó en Informativo Carve de Cierre la gestión de las autoridades anterior, y advirtió sobre las consecuencias de una visión meramente empresarial de la empresa pública.
A su vez, defendió el papel de los trabajadores en la defensa del carácter estatal y social de la refinería y otras unidades productivas.
Colina aseguró que “hubo un proceso de desmantelamiento de las capacidades técnicas de ANCAP”, en particular en la refinería de La Teja. A su entender, esto se debió a una “decisión política” de la anterior administración de la empresa, en línea con una visión que “considera que hay que ir hacia una economía más abierta y hacia una lógica donde el mercado tiene que ir resolviendo los problemas”.
“Se llegó al absurdo de que para justificar la privatización de una parte de ANCAP había que generar ineficiencia”, expresó el dirigente sindical. Al tiempo sostuvo que “se tercerizaron tareas que se podían hacer con funcionarios propios, se despidió gente que hacía tareas fundamentales y no se invirtió en tecnología que permitiera una mayor productividad”.
Según Colina, este proceso impactó en la operativa y en el mantenimiento de la planta, lo cual derivó en costos más altos y menor eficiencia.
Consultado sobre la actual situación de la empresa, Colina afirmó que “hay una mejora, pero todavía no hay un cambio de rumbo estratégico”. Desde su punto de vista, es necesario “recuperar una visión de ANCAP como empresa pública que no solo rinda cuentas desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista social y productivo”.
El referente de Fancap también habló sobre la industria del portland y las decisiones de cerrar plantas en Minas y Paysandú. “Se nos dijo que era inviable, que eran pérdidas permanentes. Y sin embargo, hoy se ve que hay empresas privadas interesadas en esas plantas. Entonces uno se pregunta: ¿son inviables o no lo eran cuando estaban en manos de ANCAP?”, cuestionó.
Colina remarcó que el sindicato tiene una mirada crítica pero constructiva, y dijo que no se oponen a los cambios sino que quieren ser parte de la discusión en torno al modelo de desarrollo, el papel de ANCAP y qué tipo de país hay que construir. Para él, “la gestión pública tiene que tener otro criterio, no el del negocio rápido o el de mostrar balances con superávit a cualquier costo”.
Sobre la política de precios de los combustibles, Colina también expresó reparos. “Los combustibles no pueden ser una mercancía más. Tienen un papel central en la vida económica y social del país. No puede ser que se fijen precios como si fuera un bien cualquiera del mercado”, sostuvo. En esa línea, pidió “una política que considere las necesidades del desarrollo productivo nacional, del transporte, de los trabajadores y de los sectores más vulnerables”.
Colina subrayó que Fancap mantiene una actitud de diálogo con las autoridades, pero sin renunciar a su rol. “Vamos a seguir defendiendo una ANCAP pública, integrada, con capacidad de desarrollo y con participación de sus trabajadores. ANCAP tiene que ser una empresa pública al servicio de los intereses nacionales, no de los negocios de unos pocos”, enfatizó.
Escuchá la entrevista completa.
En Soundcloud:
En Spotify: