Pese al volumen significativo previsto, la presente cosecha de soja se desarrolla de forma “muy fluida” y con una productividad que, “en general”, varía entre 3.400 y 3.500 kilos por hectárea. En algunos casos puntuales se superan los 4.000 kilos, especialmente en “chacras bien manejadas, que venían bien rotadas o en rotación con pasturas”, señaló el director de Cuatro Hojas, Emiliano Uribe, en el programa Punto de Equilibrio de Carve y en verdenews.com.uy.
Destacó que la fecha de siembra fue “espectacular”, ya que entre el 5 y el 10 de diciembre “se había terminado de sembrar toda la soja”, lo que representó una ventana óptima. Además, durante el período crítico del cultivo “llovió muy bien”, luego de algunas semanas sin precipitaciones.
Uribe subrayó la importancia del régimen hídrico y del clima en general en el resultado de los cultivos, más allá del manejo agronómico. “¿Para qué querés agrónomo si tenés agua?”, expresó en tono irónico.
Reconoció que tanto las rotaciones con pasturas como los sistemas agrícolas bien manejados permiten alcanzar un plus de rendimiento, ubicándose en torno a los 4.000 kilos por hectárea.
En cuanto a la soja de segunda, comentó que los rendimientos se ubican entre 3.200 y 3.500 kilos por hectárea, levemente por debajo de los cultivos de primera y, hasta ahora, sin mermas relevantes.
Respecto al margen del cultivo de soja, estimó que la rentabilidad promedio de esta zafra se ubicará “entre US$ 150 y US$ 300” por hectárea, dependiendo de la proporción de soja de primera y de segunda, del nivel de renta y de otros factores productivos.
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