La organización Mar Azul denunció que un buque noruego ingresó en marzo a la zona económica exclusiva uruguaya. El barco estaba escoltado por dos embarcaciones de apoyo, y navegó durante más de 50 horas sobre bloques ya adjudicados para exploración de hidrocarburos.
Aunque no se pudo confirmar si realizó prospección sísmica, la ONG considera sospechoso su comportamiento, publica el semanario Búsqueda.
En un informe reciente, Mar Azul también advierte por el aumento del “ruido sísmico” en aguas del Atlántico Sur, debido a operaciones de Brasil y Argentina. Reclaman más controles, monitoreo ambiental y acceso público a la información.
Desde la Armada Nacional admiten que el país aún no tiene herramientas suficientes para medir ese impacto, y plantean la necesidad de acuerdos con los países vecinos.
El biólogo y doctor en Oceanografía y coordinador de Mar Azul Uruguayo, Andrés Milessi, dijo a Informativo Carve del Mediodía que se sabe fehacientemente que el barco estuvo más de 70 horas en territorio uruguayo, lo que quedan dudas es qué actividades realizaron.
La nave habría navegado sobre bloques adjudicados para la exploración de hidrocarburos, y se sospecha que realizó actividades de prospección sísmica sin las debidas autorizaciones.
Milessi explicó que la detección se logró gracias al trabajo conjunto con la Armada Nacional, en el marco de una capacitación realizada entre febrero y marzo. A través de herramientas satelitales como Global Fishing Watch y Skylight, pudieron monitorear el derrotero del buque y sus acompañantes, identificando su permanencia dentro del territorio marítimo uruguayo.
Explicó que aún no se puede confirmar con certeza si realizó actividad sísmica, porque no se cuenta con los registros hidroacústicos. Sin embargo, las trayectorias y velocidades coinciden con ese tipo de maniobras, resaltó.
La prospección sísmica es una técnica que consiste en emitir potentes ondas sonoras para estudiar la composición del subsuelo marino en busca de petróleo o gas. Esta práctica genera preocupación por su impacto ambiental, ya que puede provocar desplazamiento de peces, alteraciones en la fauna marina e incluso mortandad de especies.
“El mar de Uruguay no está en silencio. Está siendo bombardeado acústicamente, no solo por este episodio puntual, sino por la intensa actividad sísmica que se desarrolla en aguas de Brasil y Argentina”, advirtió el biólogo.
Según el informe de Mar Azul, entre octubre de 2023 y marzo de 2025 se registraron 5.276 horas de actividad sísmica en la región sur de Brasil y 8.662 horas en aguas argentinas. En ese contexto, Uruguay queda expuesto a una presión creciente sobre su biodiversidad marina.
Milesi remarcó la necesidad de que el Estado uruguayo investigue el incidente y consulte formalmente a las empresas involucradas. El informe ya fue puesto a disposición de la Armada, el Ministerio de Ambiente, DINARA y ANCAP.
“Aunque haya sido por unos minutos o por horas, si no contaban con permisos, no deberían haber realizado ninguna actividad. El país necesita claridad y control sobre lo que ocurre en sus aguas”, resaltó.
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