El presidente estadounidense y su par ruso mantendrán un encuentro de seis a siete horas en una base militar del estado más cercano a Rusia. Donald Trump afirma que no negociará por Ucrania, pero busca sentar a Vladimir Putin y Volodimir Zelenski en la misma mesa.
La atención internacional se centra este viernes en Alaska, escenario elegido para la cumbre entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario ruso, Vladimir Putin. El encuentro se desarrollará en una base militar que alberga 32.000 efectivos y controla el espacio aéreo frente a Rusia.
Se trata de un lugar que perteneció a Rusia hasta su venta a Estados Unidos en 1867 y, además, está fuera de la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, lo que facilitó la organización.
El protocolo tendrá gestos poco habituales. Trump recibirá personalmente a Putin al pie de la escalerilla, en lugar de delegar la bienvenida en su canciller. Ambos llegarán con sus respectivos maletines nucleares y escoltados por aviones de combate, en un operativo cronometrado al segundo para evitar demoras como la de la cumbre de Helsinki de 2018, cuando Putin hizo esperar a Trump más de una hora.
En declaraciones previas, Trump afirmó que no negociará por Ucrania, sino que pretende reunir en una mesa a Putin y al presidente ucraniano Volodimir Zelenski para avanzar hacia una “paz justa”. Según dijo, “si yo no fuera presidente, Putin ya habría invadido toda Ucrania”.
La reunión se extenderá entre seis y siete horas, con distintos formatos, un cara a cara entre ambos mandatarios con intérpretes, encuentros junto a sus cancilleres y jefes de estado mayor, y nuevas conversaciones a solas. Mientras tanto, Rusia continúa sus ataques sobre territorio ucraniano, lo que añade tensión a un diálogo en el que las armas y la diplomacia estarán, literalmente, sobre la mesa.
Escuchá el informe completo del periodista Tomás Friedmann, especialista en asuntos internacionales.
En Soundcloud:
En Spotify: