En la previa de las fiestas de fin de año, el presidente del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), Esteban Vieta, alertó sobre los efectos negativos de la pirotecnia tanto en animales como en personas, en especial en niños y adultos con trastorno del espectro autista (TEA), y destacó la importancia de avanzar hacia celebraciones más inclusivas y responsables.
En entrevista con Informativo Carve del Mediodía, Vieta recordó que el próximo 29 de diciembre entra en vigencia la Ley 20.246, aprobada en 2023, que regula los niveles máximos de decibeles permitidos en la pirotecnia. La normativa apunta a reducir los estruendos y mitigar el impacto del ruido en la población y en los animales.
Según explicó, el control de la pirotecnia estará a cargo del Servicio de Material de Armamento del Ejército, principalmente en los procesos de importación, comercialización y habilitación de los productos.
“Sabemos que hay personas que ya compraron pirotecnia y que este es un proceso de transición, pero es importante empezar a generar un cambio cultural”, señaló Vieta, quien remarcó que muchas de estas prácticas se realizan “desde el desconocimiento” y no desde la mala intención.
Desde el INBA se apuesta especialmente a la concientización, entendiendo que el uso de fuegos artificiales afecta no solo a animales domésticos y de producción, sino también a personas con hipersensibilidad auditiva.
Vieta advirtió que durante las fiestas de fin de año se registra un aumento en la pérdida de perros y gatos, que huyen asustados por los ruidos fuertes. Por eso, el INBA recomienda mantener a los animales resguardados en espacios cerrados y tranquilos del hogar, evitar que queden solos durante los momentos de mayor ruido, y asegurar puertas, ventanas y portones para prevenir fugas.
En el caso de los caballos, especialmente aquellos que se encuentran en establecimientos cercanos a zonas urbanas, explicó que el estruendo puede provocar reacciones violentas y lesiones. En esas situaciones, indicó que suele recurrirse a tranquilizantes bajo supervisión veterinaria, ya que incluso dentro de los boxes los animales pueden golpearse por miedo.
Vieta también se refirió al proceso de revisión de la reglamentación de las jineteadas, luego de que la normativa aprobada a fines del período anterior fuera suspendida a comienzos de este año.
El presidente del INBA señaló que el organismo recorrió los 19 departamentos del país, manteniendo reuniones con sociedades tradicionalistas y organizaciones animalistas, con el objetivo de construir un nuevo reglamento consensuado.
Indicó que “no se puede legislar solo desde un escritorio. Había exigencias que en el interior del país eran imposibles de cumplir”. A su vez, adelantó que el nuevo marco normativo permitirá la realización de jineteadas, pero con reglas firmes en materia de bienestar animal.
Entre los puntos que se prevé sancionar se encuentran prácticas que generan dolor o lesiones en los caballos, como el uso de determinados elementos tradicionales. “Lo que está mal se va a erradicar y lo que está bien se va a mantener”, afirmó.
Vieta sostuvo que el objetivo es llegar a marzo de 2026 con un reglamento cerrado y presentado públicamente por el Poder Ejecutivo, que represente un acuerdo nacional.
“En estas actividades trabajan y viven más de 50.000 personas en todo el país. Desconocer esa realidad es desconocer a nuestra sociedad”, dijo, y subrayó que el desafío es equilibrar tradición, trabajo y bienestar animal.
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