El gobierno autorizó que Ancap realice un llamado internacional para asignar cuatro áreas para la instalación de granjas eólicas en el mar, que sirvan para la producción de hidrógeno verde.
Los bloques tienen una superficie promedio de 700km2, se ubican a unos 50 km al sureste de José Ignacio, en profundidades de agua de entre 20 y 50 metros aproximadamente.
Las áreas tienen un potencial de 3 GW de producción de energía. Y la capacidad potencial de producción de hidrógeno equivale a 200.000 toneladas por año.
El Observador informa que los bloques en el mar se ofrecerán en forma gratuita y habrá exigencias de cumplimiento de planes de trabajo y de normativas ambientales.
El modelo de contrato que se propondrá incluirá distintas etapas de investigación y análisis, para que las empresas de energía realicen estudios de factibilidad y puedan evaluar el potencial de las áreas.
Estos períodos de evaluación se podrán extender entre dos y diez años, antes que una empresa tenga que decidir si pasa a una etapa siguiente de inversión y desarrollo para producir en el área adjudicada, dice el matutino. Eventualmente Ancap podría asociarse a un proyecto cuando se presente un plan de desarrollo.
El presidente de Ancap, Diego Durand, dijo a Informativo Carve del Mediodía que se trabaja hace más de dos años en la hoja de ruta para la instalación de estas granjas eólicas.
El jerarca destacó que son llamados para inversiones muy grandes, que pueden rondar los 2.000 o 3.000 millones de dólares, de escala internacional, que generalmente aplican para petroleras.
Estas granjas estarán ubicadas mar adentro, a 50 kilómetros, a la altura de José Ignacio (Maldonado). Durand aclaró que todo el proyecto fue estudiados por profesionales del Ministerio de Ambiente, por lo que es seguro que no afecte el ecosistema.
“Es producir energía en el océano, con molinos de viento que capturan y generan energía y, a su vez, generar electrónicis y generar hidrógeno”, resaltó.
A fines de la semana pasada Ancap firmó un acuerdo con la empresa HIF Global por el cual ALUR le venderá a esa compañía privada 150.000 toneladas de anhídrido carbónico producido en su planta de Paysandú, que se utilizarán para generar combustibles sintéticos.
Ancap indicó en un comunicado que este acuerdo “sienta las bases para una colaboración estratégica que permitirá a Alur valorizar un efluente, reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y proveer CO₂ biogénico como insumo clave para un proyecto innovador”.
HIF prevé para la planta de Paysandú una inversión de 6.000 millones de dólares, que producirá 700.000 toneladas anuales de combustibles renovables.
Se estima que el proyecto requiera de 900.000 toneladas de CO₂ reciclado por año, de las cuales aproximadamente 150.000 toneladas provendrán de Alur.
Al respecto, Durand señaló que por el suministro el Estado va a recibir unos 5 millones de dólares anuales.
A su vez, expresó que con esta firma el país comienza a generar una nueva industria de energías renovables, con utilización de agua razonable.
“Formamos parte de preservar el cambio climático. Somo partícipes directos del efecto invernadero, generando 150.000 toneladas de CO₂ que se lo vamos a vender a la empresa HIF y que vamos a tener un retorno económico de algo que hoy se pierda en la atmósfera”, indicó.
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