La decisión de Conaprole de cerrar su planta en Rivera el próximo 31 de octubre ha generado preocupación entre trabajadores, productores y autoridades.
El anuncio motivó un paro sindical el viernes pasado, y reuniones en el Ministerio de Trabajo esta semana.
La planta, que procesa entre 18.000 y 20.000 litros diarios de leche, emplea a unas 30 personas y recibe materia prima de 12 productores locales. La pérdida de competitividad frente a los precios del lado brasileño de la frontera es uno de los factores clave en la decisión empresarial.
Desde el Parlamento, la Comisión de Frontera evaluará propuestas como el funcionamiento en régimen de zona franca para intentar mantener la operativa, aunque la antigüedad de la planta implica también inversiones en maquinaria.
La situación se da en un contexto más amplio donde también se menciona el estancamiento del proyecto de la zona franca Zilsa, promovida como motor logístico e industrial para el norte del país.
Escuchá el informe completo del corresponsal de Carve en Rivera, Ruby Obrer.
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