La Cámara de Industrias Pesqueras no logró un acuerdo con el sindicato, tras la decisión del gremio de que los tripulantes no realicen guardias mientras el capitán descansa.
El sindicato reclama incorporar un tripulante más por barco para cubrir esas guardias. Las empresas rechazan el planteo, y aseguran que viola convenios vigentes y el reglamento del sector.
Según las cámaras empresariales, la situación es gravísima: más de 3.000 personas están sin poder trabajar y ya se perdieron millones de dólares por la flota costera detenida y las plantas de procesamiento paralizadas.
En ese contexto, trabajadores de las plantas procesadoras se manifestaron este martes en la Plaza Independencia contra el paro, que les impide contar con materia prima. Advierten que, si no hay una solución rápida, comenzarán los envíos al seguro de paro.
Se trata de trabajadores no sindicalizados, que reclaman ser escuchados en medio del conflicto que paraliza la pesca de costa. La falta de materia prima afecta directamente a más de 3.000 personas que dependen del procesamiento en tierra.
Mientras continúa el desacuerdo entre la Cámara de Industrias Pesqueras y el sindicato del mar, ahora se suma a la escena los trabajadores de las plantas procesadoras de pescado.
“Si no se pesca, no hay con qué trabajar”, resumió Silvana Lazo, la coordinadora de uno de los turnos de la planta Nova Barca, en diálogo con Informativo Carve del Mediodía. Lazo explicó que el conflicto en alta mar impacta directamente en tierra, donde cientos de operarios y operarias ven comprometida su fuente laboral por la falta de materia prima.
En la manifestación participaron empleados de diversas empresas del sector, como Nova Barca, Balimar, Pur Sport y CIUSA. Todos ellos, trabajadores de planta que no están sindicalizados, decidieron autoconvocarse y visibilizar una situación que, aseguran, los deja completamente relegados.
“La planta nunca había salido a la calle. Hoy lo hacemos para pedir que se respete nuestro derecho a trabajar”, expresó Lazo.
En el caso de Nova Barca, más de cien personas están afectadas directamente por la paralización del proceso productivo. La zafra, que representa el momento de mayor actividad y generación de ingresos para el sector, está virtualmente detenida. Según los trabajadores, algunas plantas operan apenas al 20% de su capacidad, mientras que otras están completamente cerradas.
Miguel, otro trabajador presente en la movilización, apuntó que son unas 120 familias que dependen directamente de esta zafra. “No hay jornales, no hay ingreso, y ni siquiera tenemos seguro de paro”, apuntó.
Los empleados recuerdan que el año pasado ya enfrentaron una situación similar y debieron gestionar un seguro especial para poder subsistir. Hoy temen repetir ese escenario, o incluso no contar con ningún respaldo.
Una de las particularidades del reclamo es que no se canaliza a través de sindicatos. Los manifestantes aseguran no estar afiliados a ninguna organización sindical y tomaron la decisión de movilizarse por cuenta propia, sin intervención de representantes gremiales.
“No queremos que nadie hable por nosotros. No somos manipulados ni presionados. Queremos que se nos escuche como trabajadores que luchan por su sustento”, sostuvo Lazo.
El grupo entregó una carta en Torre Ejecutiva explicando la problemática y solicitando ser recibidos por autoridades. Su objetivo no es otro que poder volver al trabajo cuanto antes.
El conflicto tiene un impacto que va más allá de las plantas. Según explicaron los trabajadores, la paralización de la pesca de costa —que involucra alrededor de 30 buques— afecta también a proveedores de insumos, empresas de embalaje, servicios de alimentación en planta y otros actores indirectos de la cadena.
“Estamos hablando de más de 3.000 personas afectadas directa o indirectamente por esta situación”, señalaron. “Cada vez que la actividad se detiene, arrastramos deudas, incertidumbre y la angustia de no saber si el mes próximo habrá trabajo”.
Desde el sector, piden que las diferencias se resuelvan sin perjudicar al resto de los trabajadores: “La esencia de cualquier negociación debe ser el diálogo. Los conflictos paralizan todo y nos dejan a todos sin salida”, concluyeron.
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