El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, reconoció que existe un retraso en la negociación de los Consejos de Salarios, con apenas un 60% de las mesas cerradas, pese a que el gobierno se había fijado como objetivo culminar la mayoría de los acuerdos a fines de noviembre.
En diálogo con Informativo Carve de Fin de Semana, Castillo explicó que la demora afecta principalmente a trabajadores y empleadores, ya que los ajustes salariales son retroactivos al 1 de julio, lo que implica pagos acumulados, recalculación de aguinaldos y salario vacacional.
“La urgencia está del lado de los trabajadores y de los sectores empleadores, porque cuanto antes se logre el acuerdo, más fácil es hacer las liquidaciones”, señaló.
El jerarca indicó que el Ejecutivo mantiene la expectativa de cerrar la gran mayoría de las mesas en las semanas que restan del año, aunque reconoció que históricamente algunos sectores se extienden hasta enero por conflictos o demoras en el inicio de la negociación.
Actualmente, algunas mesas se cerraron con acuerdo tripartito, mientras que otras avanzaron mediante votación, aunque casi un 40% permanece abierta.
Castillo identificó varios ámbitos con dificultades particulares, como el portuario, por su impacto directo en el comercio exterior. También mencionó el grupo 8 (metalúrgicos), donde no hubo consenso ni siquiera con propuestas del Ministerio, y el sector rural, con negociaciones que estuvieron prácticamente paralizadas y una propuesta oficial presentada recientemente.
Según explicó, cuando no hay acuerdo entre las partes, el ministerio no puede apartarse de los alineamientos generales, lo que complejiza aún más el cierre.
El ministro aclaró que no hubo avances generalizados en la reducción de la jornada laboral en esta ronda, aunque varios sectores ya cuentan con esquemas reducidos por convenios anteriores, como la construcción, metalúrgicos, bebidas y salud, con jornadas de 44 o 42 horas semanales.
Castillo recordó que el reciente aumento del salario mínimo nacional responde a una decisión anunciada en julio, orientada a proteger a trabajadores sin negociación colectiva ni representación sindical.
Con una inflación estimada por debajo del 4,5%, el ajuste será del 7,54% acumulado en 2026, con 4,1% en enero y 3,3% en julio.
El ministro reconoció que departamentos como Paysandú y Río Negro se encuentran entre los más afectados por el desempleo, tras el cierre o reducción de industrias históricas, como Paycueros, frigoríficos y otros rubros vinculados a la baja de la actividad y cambios tecnológicos.
También se refirió al conflicto recurrente en la industria láctea, en particular el caso de Claldy, donde despidos considerados antisindicales derivaron incluso en una huelga de hambre frente a Torre Ejecutiva.
“Muchas veces no se pelea por una indemnización, sino por la dignidad de tener un trabajo”, afirmó.
Consultado sobre el nivel de conflictividad, sostuvo que desde el inicio de la gestión se acumularon conflictos arrastrados de años anteriores, lo que generó altas expectativas sobre la capacidad de resolución del gobierno.
Finalmente, reafirmó que la prioridad del Ministerio sigue siendo fortalecer los ámbitos de negociación y construir salidas consensuadas, para encarar el próximo período con mayor estabilidad.
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