Virginia Delgado, presidenta de la Coordinadora de Entidades Pro Bienestar de Ancianos del Departamento de Colonia (COBIAN), participó en la reciente reunión de la Junta Nacional de Cuidados que prepara el Plan Nacional de Cuidados 2025-2030.
En diálogo con Informativo Carve del Mediodía destacó el papel silencioso pero fundamental que cumplen los hogares de ancianos sin fines de lucro en el país.
Actualmente hay 83 hogares sin fines de lucro distribuidos en Uruguay. A diferencia de los residenciales con fines comerciales, estas instituciones no reparten ganancias. Son gestionadas por asociaciones civiles integradas por vecinos, docentes jubilados, familiares y personas comprometidas con el cuidado de los adultos mayores.
“Somos responsables legales, pero nadie se lleva un peso. Todo lo hacemos desde el compromiso, el tiempo y muchas veces el bolsillo propio”, explicó Delgado.
En el caso de Colonia, el departamento se destaca por tener 13 hogares sin fines de lucro, solo por debajo de Montevideo. “Muchos fueron fundados con una fuerte impronta comunitaria, herencia de nuestras raíces inmigrantes. La idea de cuidar a los mayores sin sacarlos de su entorno es muy fuerte”, contó.
Delgado es oriunda de Colonia Miguelete, donde vive y donde nació el hogar que hoy integra COBIAN. Su vínculo es personal, ya que su suegro fue uno de los impulsores del proyecto hace 30 años. “No querían que los viejitos del pueblo tuvieran que irse lejos para ser cuidados”, recordó.
Los hogares brindan atención integral los 365 días del año, incluyendo alimentación, medicación, higiene, actividades recreativas y contención emocional. Aunque se cobra una cuota a las familias, no hay lucro. “Somos sin fines de lucro, pero no sin fines de pérdida. Hay que pagar luz, agua, funcionarias, médico, bomberos… y nadie nos regala nada”, explicó. De hecho, denunció que OSE les cobra tarifa comercial, a pesar de su carácter social.
Aunque cuentan con algunos convenios con el BPS, por ejemplo, para reformas edilicias o la participación en el programa Grupo Cama, la mayoría del trabajo se sostiene por esfuerzo propio y la solidaridad local. El MIDES, por su parte, tiene convenios específicos para casos de alta vulnerabilidad, pero no una política integral hacia estos hogares.
Tras años de insistencia, este 2025 los hogares sin fines de lucro fueron finalmente incluidos en la planificación del sistema de cuidados. “Estamos muy contentos de que se nos escuche. Los hogares somos un modelo replicable. Pero hay que tener voluntad, compromiso y ganas de trabajar sin esperar nada a cambio”, cerró Delgado.
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