Salto atraviesa una doble emergencia en medio de la alerta roja nacional por frío extremo. Por un lado, el descenso drástico de las temperaturas golpea con fuerza a las personas en situación de calle, y, por otro, la crecida del río Uruguay ya ha provocado evacuaciones y amenaza con desplazar a más familias en las próximas horas.
El pronóstico meteorológico anticipa heladas y marcas bajo cero durante la próxima madrugada. En este contexto, 72 personas viven en la calle en la ciudad, de las cuales seis son mujeres, según datos confirmados por el jefe de Policía local, Fabián Severo. Sin embargo, el único refugio disponible, producto del trabajo conjunto entre el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y la intendencia, solo tiene capacidad para 35 personas. Eso deja a casi la mitad de esta población a la intemperie en medio de temperaturas peligrosamente bajas.
Pese a que se ampliaron cupos de forma puntual por la ola de frío, no está claro si esa disponibilidad se mantendrá en los próximos días.
La situación preocupa especialmente tras el fallecimiento de una persona en situación de calle el pasado domingo. Como ha ocurrido en otros puntos del país, la falta de lugares suficientes obliga en ocasiones a derivar personas a comisarías, como sucedió recientemente en Maldonado.
En Salto, las tareas de relevamiento y asistencia nocturna las llevan adelante equipos integrados por funcionarios del Mides, la intendencia, el Comité de Emergencias, la Policía Comunitaria y efectivos policiales, que recorren principalmente parques y plazas, donde suelen pernoctar quienes no tienen un techo.
A este panorama se suma la creciente del río Uruguay, que ya alcanzó los 12 metros frente al puerto de Salto, el triple de su altura habitual (4,5 metros). La cota de seguridad (establecida en 12 metros tras inundaciones pasadas) ya fue sobrepasada y se espera que llegue a 12,30 metros en las próximas horas, según informes de la represa de Salto Grande. Si eso se confirma, se prevé que al menos 150 personas más deban ser evacuadas.
Hasta el momento, hay 35 personas alojadas en refugios y otras 30 que se autoevacuaron, trasladándose a casas de familiares. Pero la previsión indica que ese número crecerá rápidamente si el agua sigue subiendo.
Esta situación se vuelve aún más compleja en un contexto de transición de gobierno departamental. El cambio de signo político en la administración implica que muchos de los nuevos integrantes del comité están en pleno proceso de aprendizaje sobre cómo actuar en este tipo de emergencias, lo que suma tensión y dificultad a una coyuntura ya crítica.
Escuchá el informe completo del corresponsal de Carve en Salto, Hugo Lemos.
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