La interna del Partido Nacional viene caliente por lo menos desde la derrota en el balotaje de noviembre, mientras procesa ese golpe y se acomoda nuevamente a su rol opositor. Pero entre los tironeos de líderes como Álvaro Delgado y Javier García, y la búsqueda de la cúpula por pararse como oposición fuerte frente al gobierno de Orsi, un nombre destaca: el de Nicolás Olivera, intendente de Paysandú recientemente reelecto.
Dirigente del sector D Centro que ganó el gobierno departamental en las elecciones de mayo con casi el 60% de los votos, y que preside actualmente del Congreso de Intendentes, Olivera viene marcando posiciones personales divergentes con la mayoría del nacionalismo. Por ejemplo, la semana pasada en entrevista con el diario El Observador criticó el llamado a interpelación para el ministro Alfredo Fratti y declaró que los blancos se habían saltado “pasos en la gradualidad” del trabajo opositor y habían ido directo “a lo duro”.
Llama la atención que un intendente marque de esa manera su personalismo, por lo que profundizamos en la interna nacionalista y en particular en qué implica el posicionamiento de Olivera en diálogo con el politólogo Ernesto Nieto, director de la consultora Ágora, que se especializa en el interior del país.
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