La tensión en Medio Oriente se disparó nuevamente este lunes, luego de que Irán lanzara un ataque con misiles sobre la base militar estadounidense Al Udeid, ubicada a 25 kilómetros de Doha, la capital de Qatar. La ofensiva se produce como represalia directa por el bombardeo realizado por Estados Unidos el fin de semana contra instalaciones nucleares iraníes.
Según confirmó el Pentágono, tres misiles impactaron en esta base, que la más importante que Estados Unidos posee en Medio Oriente, sin causar víctimas fatales. Las autoridades qataríes, previamente advertidas por Irán del ataque inminente, activaron sus sistemas de defensa e interceptaron parte del arsenal lanzado. La base Al Udeid alberga cerca de 10.000 efectivos estadounidenses y cuenta con pistas aéreas de gran tamaño, radares de última generación y tecnología avanzada en inteligencia artificial.
La respuesta iraní se enmarca en una serie de represalias iniciadas tras los ataques israelíes del viernes pasado, en un conflicto que se ha mantenido en el plano aéreo, con lanzamientos de misiles y bombardeos puntuales. La amenaza de una escalada regional se intensifica tras las declaraciones del líder supremo de Irán, el Ayatollah Khamenei, quien advirtió: “No empezamos este conflicto, pero no nos quedaremos de brazos cruzados”.
Durante la jornada, el presidente Donald Trump y su equipo de seguridad nacional mantuvieron una extensa reunión en la Sala de Situación de la Casa Blanca. Aunque aún no se ha definido una respuesta concreta, el gobierno estadounidense evalúa sus próximos pasos, en un contexto regional que incluye presencia militar en al menos ocho países de la zona y más de 50.000 efectivos desplegados.
En paralelo, el ministro de Defensa iraní reiteró que su país “no le teme al poder de Estados Unidos” y que continuará respondiendo a cada agresión. Las calles de Teherán se llenaron de manifestantes celebrando el ataque contra Estados Unidos, en una muestra de apoyo popular que alimenta aún más el clima de confrontación.
El conflicto también impactó en los mercados globales. Sorprendentemente, el precio del petróleo cayó un 8% en la jornada, bajando de 80 a menos de 70 dólares el barril. Esta baja inesperada generó una oleada de compras por parte de varios países, incluido Uruguay. Analistas aún no logran explicar con claridad esta reacción del mercado ante una situación que, en principio, debería haber provocado un alza.
El Jerusalem Post informó que fuentes del gobierno israelí anticipan una ofensiva final contra Irán en los próximos días, buscando cerrar rápidamente esta fase del conflicto ante la limitación del arsenal misilístico tanto de Israel como de Irán.
La OTAN se reunirá mañana para analizar la situación, mientras el mundo sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos. La gran incógnita es qué hará Estados Unidos ante un ataque directo a una de sus bases clave, en una región donde las certezas son escasas y las consecuencias potenciales, incalculables.
Escuchá el informe completo de Tomás Friedmann.
En Soundcloud:
En Spotify: