El gobierno confirmó el viernes la decisión de no avanzar con el proyecto Neptuno, impulsado por la administración anterior, y anunció un nuevo plan de obras para asegurar el abastecimiento de agua potable en el área metropolitana hasta 2045.
El nuevo esquema incluye una planta potabilizadora en Aguas Corrientes para procesar 200 mil metros cúbicos de agua, la construcción de una reserva de agua bruta en Solís Chico (que va a abastecer la Costa de Oro) y mejoras en la quinta línea de bombeo.
Las autoridades aseguraron que el rediseño de la obra -que se realizará en unos 36 meses- implica para el Estado un ahorro de un tercio del costo inicial, en una obra que tendrá un costo superior a los 200 millones de dólares.
También se precisó en la conferencia del pasado viernes que la gestión de las plantas estará a cargo de OSE y que el contrato será modificado de común acuerdo, evitando un nuevo llamado a licitación.
Escuchá la entrevista al presidente de OSE, Pablo Ferreri.