El gobierno de Yamandú Orsi otorgó la autorización ambiental previa a cuatro empresas (APA Exploration, PGS, CGG Services y Searcher Geodata) para realizar nuevas campañas de prospección sísmica frente a las costas de Uruguay. Se trata de un nuevo capítulo en un proceso de larga data que vuelve a colocar a la posible existencia de petróleo y gas en la plataforma marítima uruguaya en el centro del debate público.
El expresidente de ANCAP, Alejandro Stipanicic, dijo a Informativo Carve del Mediodía que se trata de una gran noticia y aseguró que reafirma una política de Estado sostenida durante 50 años.
Stipanicic recordó que Uruguay mantiene una línea continua de búsqueda de hidrocarburos desde hace décadas, con soporte legal e institucional acumulado, como la ley de Evaluación de Impacto Ambiental de 1994 (gobierno de Sanguinetti), la reglamentación bajo el primer gobierno de Tabaré Vázquez y ejecutada por el Ministerio de Ambiente, creado en 2021, bajo el gobierno de Luis Lacalle Pou. La actividad de exploración de petróleo se basa en un decreto ley de 1974.
La autorización conocida ahora no habilita aún operaciones, sino prospección sísmica, un paso previo indispensable para identificar con exactitud sitios potenciales de perforación. “Es una microcirugía, ya no se trata de grandes barridos sísmicos como hace diez años, sino de trabajos muy puntuales para precisar prospectos donde podría hacerse un pozo”, explicó.
Aunque la noticia refiere a prospección, el primer pozo exploratorio ya está definido contractualmente. La empresa APA Corporation se comprometió a perforar entre fines de 2026 y comienzos de 2027. La ubicación del pozo fue determinada a partir del trabajo sísmico 3D realizado en campañas anteriores.
Stipanicic advirtió que la industria petrolera opera con riesgos altos. “La probabilidad de que el pozo resulte seco es mayor a que sea descubridor. Si es seco, no es una mala noticia”, y se podrá continuar perforando otro, resaltó.
Sin embargo, afirmó que si el pozo resultara descubridor, el panorama cambia radicalmente. Entre 2029 y 2030 podría saberse si es comercialmente explotable. Uruguay tendría derecho a participar con hasta 20% en un desarrollo que podría costar entre 10.000 y 20.000 millones de dólares.
Según el expresidente de ANCAP, la probabilidad de encontrar hidrocarburos en el mar uruguayo subió de 9 o 10% a alrededor de 25% en algunos prospectos. Esto se debe a dos razones principales. Por un lado, la información acumulada entre 2009 y 2016 ya que las petroleras invirtieron más de 1.600 millones de dólares en Uruguay durante esa década, generando una base de datos geológica excepcionalmente grande para el Atlántico Sur.
Por otra parte, por los descubrimientos en Namibia, ya que, en materia de geología, este país africano y Uruguay son márgenes conjugados (hace 90 millones de años estaban unidos). Las rocas que generaron petróleo en Namibia son las mismas presentes en la plataforma uruguaya.
“La información uruguaya se usó en Namibia, y ahora los descubrimientos de Namibia se usan para Uruguay”, señaló Stipanicic.
A su vez, advirtió que Uruguay debe actuar con anticipación. “La probabilidad de éxito sigue siendo menor que la de fracaso, pero es suficientemente relevante como para obligar al país a prepararse para el éxito. Si después no ocurre, no perdemos nada”, añadió.
El exjerarca advirtió que se deben tomar decisiones institucionales antes de cualquier eventual hallazgo, especialmente crear un marco legal para el uso de potenciales ingresos petroleros, generar un ámbito político reservado y profesional que maneje información sensible, formar capacidades estatales para negociar con grandes empresas energéticas.
Recordó que en 2015 el entonces senador del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, impulsó un proyecto para crear una agencia destinada a administrar futuros ingresos petroleros, iniciativa que consideró necesario retomar ahora que aún no existe un yacimiento.
Según Stipanicic, el Uruguay debe evitar los errores cometidos en otros países. “Donde se manejó responsablemente, las cosas salieron bien. Donde hubo apuros, sospechas o concesiones excesivamente favorables a las empresas, fue una mala noticia para el país”, indicó.
En paralelo, recordó que los proyectos energéticos —ya sean petroleros o renovables— son los únicos con capacidad para transformar la escala económica nacional, por su enorme volumen de inversión.
Consultado sobre lo que se viene, destacó las prospección sísmica 3D localizada por parte de las empresas autorizadas, la perforación del pozo exploratorio en 2026 o 2027, y eventual delimitación del yacimiento si se encuentra hidrocarburo.
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