Mientras avanzaban las negociaciones de paz en Londres entre Ucrania, Rusia, Estados Unidos, Omán y el Reino Unido, Rusia sorprendió con una ofensiva aérea de gran escala contra Ucrania.
El ataque, considerado uno de los más violentos en los últimos meses, dejó al menos 12 muertos y cerca de 100 heridos, muchos de ellos en estado grave.
Kiev fue el principal blanco del bombardeo que incluyó 200 drones y 150 misiles. Barrios residenciales y comerciales quedaron reducidos a escombros, y aún hay personas atrapadas entre los restos. El presidente ucraniano Volodímir Zelensky denunció que se trata de una muestra clara de que Moscú no tiene una voluntad real de alcanzar la paz.
Desde Estados Unidos, Donald Trump, condenó duramente el ataque y pidió a Vladimir Putin que detenga la guerra. Todos los días mueren miles de personas inocentes. “Ucrania está destruida en un 50%. Si no se detiene esto, la catástrofe será total”, advirtió el norteamericano.
Sin embargo, las negociaciones enfrentan un punto muerto. Rusia exige que Ucrania reconozca como territorio ruso el 20% de su superficie actualmente ocupada, incluyendo Crimea. Zelensky ha señalado que esa es una línea roja imposible de aceptar. Trump, por su parte, advirtió que el margen de maniobra de Ucrania es muy limitado y que es urgente avanzar hacia un plan de paz concreto.
Europa sigue atenta y preocupada. Francia y Reino Unido, también involucrados en las negociaciones, buscan una salida a un conflicto que ya supera los tres años y sigue cobrando vidas todos los días, aunque la atención mediática haya disminuido.
Escuchá el informe completo en Informativo Carve del Mediodía del periodista Tomás Friedmann, especialista en asuntos internacionales.
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