La Intendencia de Salto presentó una iniciativa para prohibir el consumo de alcohol y cigarrillos (incluida la marihuana) en tres espacios públicos del departamento. La propuesta será analizada por la Junta Departamental.
En diálogo con Informativo Carve de Fin de Semana, el intendente Carlos Albisu explicó los motivos detrás de la medida, detalló el paquete de obras que proyecta su administración y evaluó el estado en el que recibió la intendencia.
Albisu sostuvo que en estos primeros cuatro meses de gobierno la comuna ejecuta un plan de recuperación de más de diez plazas y la franja costera, que incluye limpieza profunda, hidrolavado, parquización, iluminación y reparación de fuentes.
A partir de ese proceso, dijo, surgió un reclamo de vecinos que afirmaban haber dejado de concurrir a ciertos espacios por el consumo visible de alcohol y, especialmente, de marihuana.
“No es un tema de prohibir por prohibir; es convivencia. Las familias habían perdido esos espacios”, señaló.
Las tres plazas en las que la comuna propone aplicar la medida son la Plaza Artigas, Plaza Treinta y Tres y la Plazoleta Roosevelt, todas ubicadas sobre calle Uruguay y rodeadas de centros educativos, lo que las convierte, según Albisu, en puntos estratégicos y de fácil supervisión.
El intendente aseguró que, aunque la iniciativa aún no está aprobada, su sola difusión ya generó un efecto “disuasivo”, con mayor presencia de familias y menor consumo en esos lugares.
Albisu presentó ante la Junta Departamental un proyecto de financiamiento a largo plazo para ejecutar 60 millones de dólares en obras de infraestructura. Según explicó, la administración heredó deudas por unos 27 millones, por lo que el margen de inversión real sería de 33 millones.
Entre las obras previstas destacan, la recuperación de cinco avenidas estratégicas, la construcción de un polideportivo en la zona sur, que concentra cerca de 30 mil habitantes, mejoras en el estadio Bernasconi, y la construcción de una piscina en la localidad de Belén.
El intendente afirmó que todas las obras están planificadas para concretarse dentro del quinquenio.
Por otra parte, Albisu calificó como “crítica” la situación de los casi 6.000 km de caminería rural, esenciales para sectores productivos como la citricultura, horticultura y ganadería.
Mencionó zonas donde los camiones “no pueden pasar”, donde concurren más de 5.000 trabajadores diarios y casos en los que incluso una ambulancia queda imposibilitada de circular.
Si bien ha dialogado con ministerios, destacó que se trata de caminos departamentales, por lo que la solución dependerá de la Intendencia. El objetivo es atender los puntos más críticos de forma urgente y avanzar hacia una recuperación total en el quinquenio.
Consultado sobre el funcionamiento de la comuna tras el ascenso de 292 trabajadores designados directamente en la administración anterior, Albisu señaló que hoy la Intendencia trabaja con unas 700 personas menos, tras no renovar contratos de monotributo, cargos de confianza y profesionales.
El intendente denunció deudas asumidas por la administración anterior, de 287 millones de pesos con el Banco República, más de 300 millones de pesos a proveedores y 180 millones en materia de iluminación.
También carencias en cuanto a maquinaria. Como ejemplo dijo que el departamento cuenta solo con tres camiones de recolección y tiene aproximadamente 25% de la flota necesaria para obra vial.
Pese al contexto, destacó “mayor presencia del municipal en la calle” y afirmó que en enero evaluarán la reestructura necesaria.
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