El área de siembra de soja “se recompuso” respecto a la previa a la seca, alcanzando “volúmenes de producción cercanos a 3,3 millones de toneladas, aunque el valor fue inferior porque los precios fueron menores”, dijo el investigador de la unidad de Economía Aplicada del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Enrique Fernández, en el programa Punto de Equilibrio en Carve y en verdenews.
Ese y otros datos fueron presentados por el Observatorio de Oleaginosos en el marco del Encuentro de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos, el pasado miércoles 9 en el LATU.
Destacó que el rinde promedio de la soja en la zafra 2023/24 no fue malo, anduvo en unos 2.400 kilos por hectárea, con una diferencia de 200 kilos entre primera y segunda, y fue “el quinto mejor rendimiento de los últimos 20 años”.
“El margen en soja de primera fue de US$ 300 por hectárea pero al considerar el costo de la renta el margen queda negativo” para los que arriendan, sostuvo.
El costo de secado fue otro factor determinante en la zafra 2023/24 debido al impacto del exceso hídrico y “el costo de producción fue de US$ 660” por hectárea, indicó.
Comentó que la cadena oleaginosa aportó casi US$ 1.000 millones teniendo en cuenta la producción, proveedores, transporte y acopiadores, y el aporte al PBI fue de 1,2% del total de la economía.
Respecto a la superficie de siembra de colza en la presente zafra 2024/25, Fernández dijo que pasó de las 188.000 hectáreas en el ciclo 2023/24 a unas 132.000 hectáreas.
Ese cultivo con un rinde promedio de 1.700 kilos por hectárea, similares costos y una mejora del precio, dejaría “un margen cercano a los US$ 100” por hectárea, señaló.
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