En los últimos días, algunos productores desecharon varias toneladas de tomate debido a una sobreoferta que ha vuelto inviable su comercialización.
Esto se debe a que el tomate americano no se puede industrializar porque tiene mucha agua y es muy costoso sacarle el agua por el costo de la energía. Es por eso que, cuando se dan estos casos, “lo más barato es tirarlo”.
Los altos costos de cosecha y almacenamiento, sumados a la falta de planificación en la producción, reflejan los desafíos estructurales que enfrenta el sector agrícola.
La directivo de la Confederación Granjera del Uruguay (CGU), Erick Rolando, explicó en Informativo Carve Fin de Semana que no existe una regulación para producir solo el área que es necesaria.
Además, indicó que esta situación afecta a otros rubros de la horticultura.
En tanto, Rolando subrayó que está pendiente poner en marcha el “Instituto Nacional de la Granja”, que ya se encuentra aprobado por ley y que podría ayudar a encontrar soluciones a esta y otras problemáticas.
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