El Frente Amplio cuestiona el proceso de compra de dos patrullas oceánicas para la Armada, señalando irregularidades en la elección del astillero y advirtiendo sobre los riesgos financieros y de seguridad que implicaría la operación.
El astillero seleccionado por el gobierno para construir las patrullas oceánicas es el español Cardama. La compra de los buques supera los 90 millones de dólares.
La senadora frenteamplista, Sandra Lazo, afirmó que su partido está dispuesto a solicitar la anulación de la compra de las dos patrullas oceánicas.
En diálogo con Informativo Carve Fin de Semana, Lazo destacó que “ha sido un proceso muy desprolijo”, que no se hace de Estado a Estado, sino a partir de un ministro, parte de la Armada y un privado.
“Si algo de esto llegara salir más, en un patrullero que se va a utilizar por vigilar el territorio marítimo y perseguir a barcos extranjeros que muchas veces pescan de forma ilegal en las aguas de nuestro país, yo no sé a quien se le va a reclamar. Todas las noticias que han llegado a nuestro país sobre esta empresa son pésimas desde el punto de vista del estado financiero”, sostuvo.
También señaló que el proceso de compra de estas patrullas tuvo “un cambio de rumbo” repentino, ya que, en un principio iban a ser adquiridas mediante una licitación, pero luego viró a una compra directa.
En esta línea, dijo que la compra “es el capricho de un niño caprichoso”, en referencia al senador nacionalista y exministro de Defensa, Javier García.
“No ha habido una responsabilidad en referencia a este tema”, agregó.
A su vez, resaltó que, de acuerdo al informe oficial, la oferta más favorables era la del astillero español Gondán, y luego los astilleros (Colombia)
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