Europa vivió, la madrugada de este miércoles, un episodio de máxima tensión. Drones rusos ingresaron en el espacio aéreo polaco y fueron derribados por la fuerza aérea de Polonia con apoyo de aviones de la OTAN, en lo que el primer ministro, Donald Tusk, calificó como una “provocación sin precedentes” por parte de Moscú.
“Anoche sufrimos una violación de nuestro espacio aéreo por parte de un número significativo de drones rusos. Esto no ha sido accidental, ha sido intencional”, afirmó Tusk, quien pidió activar el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que establece consultas inmediatas entre los aliados cuando la seguridad de un Estado miembro está amenazada.
La novedad radica en que, por primera vez desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, en febrero de 2022, aviones de la OTAN actuaron directamente en apoyo a un país aliado. Según reportes, de los 435 drones lanzados por Rusia contra Ucrania en las últimas horas, unos 60 cruzaron hacia territorio polaco.
Por su parte, el secretario general de la Alianza Atlántica pidió cautela. “Estamos realizando una investigación y en contacto directo con las autoridades rusas”, dijo desde Bruselas, advirtiendo que la aplicación plena del artículo 4 podría abrir la puerta a un enfrentamiento directo con Moscú.
La incursión provocó una alerta roja en 42 países de Europa y la OTAN. Tropas de élite fueron desplegadas en Bruselas, donde se encuentran las sedes de la Comisión y el Consejo Europeo, así como el cuartel central de la OTAN, reforzado con tanques y efectivos militares.
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso rechazó las acusaciones, asegurando que “Polonia difunde mitos” para escalar la crisis. Moscú sostiene que los drones no tenían como objetivo a Polonia y que algunos aparatos pudieron desviarse accidentalmente de su ruta hacia Ucrania. El Kremlin evitó declaraciones políticas directas y trasladó el tema al Ministerio de Defensa.
Líderes europeos como Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Ursula Von der Leyen repudiaron la violación del espacio aéreo polaco, advirtiendo que el episodio sienta un “precedente peligroso” para la seguridad regional y mundial.
La situación alimenta el temor a una escalada bélica en Europa, en un contexto en que varios países ya reactivaron planes de defensa, acopio de suministros estratégicos y servicio militar obligatorio.
Escuchá el informe completo del periodista Tomás Friedmann, especialista en asuntos internacionales.
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