El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, anunciaron este lunes en la Casa Blanca un acuerdo de paz para la Franja de Gaza, en el marco de una conferencia de prensa conjunta.
El entendimiento, que consta de 20 puntos, fue elaborado en secreto durante más de dos semanas con la mediación del ex primer ministro británico Tony Blair y Jared Kushner, yerno de Trump y enviado especial a Medio Oriente en su anterior mandato.
La guerra entre Israel y Hamás se había extendido por 724 días desde el ataque del 7 de octubre de 2023. Ahora, el documento está en manos de la dirigencia de Hamás en Catar, que recibió el texto a través de mediadores de Egipto, Catar y Estados Unidos. La aceptación o rechazo del movimiento islamista será decisiva para activar el plan.
En cuanto a la liberación de rehenes y presos, en un plazo de 72 horas desde la firma, Hamás deberá liberar a todos los rehenes israelíes que mantiene cautivos, vivos o fallecidos. Israel, en contrapartida, liberará a unos 250 prisioneros palestinos condenados por terrorismo y a unos 1.200 detenidos tras el ataque del 7 de octubre.
Por otro lado, Israel se compromete a retirar sus tropas de Gaza y dar por terminada la ofensiva, que hasta hoy mantenía bajo control la capital Gaza City, prácticamente destruida.
Gaza quedará bajo un gobierno transitorio encabezado por Tony Blair, con Donald Trump como supervisor general. Hamás quedará excluido de la administración, al igual que la Autoridad Palestina, que no tendrá un papel decisivo en esta etapa.
Se desplegará una fuerza internacional en los perímetros de Gaza, no dentro del territorio, para garantizar la estabilidad durante el proceso de transición.
Los militantes que deseen abandonar Gaza podrán hacerlo con una amnistía, siempre que otro país —como Catar, Egipto o Jordania— acepte recibirlos.
Estados Unidos, Israel y países árabes se comprometieron a financiar un ambicioso plan de reconstrucción estimado en 25.000 millones de dólares en una primera etapa. Se abrirán los pasos fronterizos para permitir el ingreso inmediato de alimentos, medicinas y agua.
Uno de los momentos llamativos de la jornada fue la mediación directa de Trump entre Netanyahu y el emir de Catar. El presidente estadounidense pidió al líder israelí que ofreciera disculpas por ataques anteriores contra personal catarí, lo que fue aceptado. El acuerdo establece además que Israel no podrá volver a atacar al emirato.
Catar, junto con Egipto, cumplirá un papel clave en la implementación del plan, tanto en la mediación con Hamás como en la logística de salida de combatientes.
Según informó la Casa Blanca, varios países árabes ya expresaron su apoyo al acuerdo, en línea con la voluntad de “poner fin a la guerra y al terrorismo” y reactivar el proceso de normalización iniciado con los Acuerdos de Abraham durante el primer gobierno de Trump. Arabia Saudita, uno de los actores claves, es mencionado como posible socio en un futuro esquema de integración económica y tecnológica con Israel.
El anuncio marca un hito en el conflicto, pero el futuro inmediato depende de la posición de Hamás. Si el grupo islamista acepta el acuerdo, se abrirá un nuevo capítulo con un horizonte de paz y reconstrucción. Si lo rechaza, tanto Trump como Netanyahu advirtieron que Israel retomará con más fuerza su ofensiva contra lo que quede de la organización en Gaza.
Escuchá el informe completo del periodista Tomás Friedmann, especialista en asuntos internacionales.
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