El Hospital Pereira Rossell, el principal centro de maternidad del país, recibe alrededor del 20% de todos los nacimientos de Uruguay. En todo, n todo el país, nacen unos 30.000 bebes por año. En particular, este centro registra entre 15 y 20 partos por día, lo que equivale a cerca de seis mil nacimientos anuales.
Pero debajo de ese volumen aparece un fenómeno persistente y cada vez más complejo, que son los bebés que, tras ser dados de alta desde el punto de vista médico, no tienen un hogar al que ir. En 2024, 189 recién nacidos quedaron internados por motivos sociales.
El director del hospital, Gustavo Giachetto, explicó que el hospital maneja dos grandes áreas (maternidad y pediatría), y ambas enfrentan problemáticas sociales severas.
En la maternidad hay actualmente entre 16 y 20 recién nacidos en proceso de definir quién será su cuidador, aunque no todos terminan totalmente desvinculados de su familia. En la mayoría de los casos, logran regresar con algún referente familiar, aunque una proporción menor ingresa al sistema de adopción o queda bajo protección estatal.
La causa principal de esta desvinculación ya no es la pobreza económica, como ocurría décadas atrás. Actualmente el factor dominante es el consumo problemático de drogas, asociado a contextos de violencia y a entornos familiares sin estructura suficiente para garantizar el cuidado del bebé.
“El hospital integra la malla de protección social. Cuando percibimos que un niño corre riesgo, debemos actuar. La prioridad siempre es mantener el vínculo familiar, pero cuando eso no es posible debemos asegurar la protección”, señaló el director.
Cuando el equipo de salud detecta falta de condiciones para el cuidado del recién nacido, se activan protocolos que incluyen la evaluación de la situación por trabajo social, salud mental y neonatología, la notificación y articulación con el Poder Judicial, y la intervención inmediata del INAU, que determina medidas de protección.
Giachetto destacó que se trabaja con la Suprema Corte de Justicia para agilizar los tiempos de resolución, ya que “para un recién nacido, el tiempo es crítico”.
El INAU, por su parte, enfrenta un escenario de sobrecarga por la creciente cantidad de casos dentro y fuera del hospital.
En el caso de los menores de quince años, entre el 20 y el 30% de las hospitalizaciones tienen algún vínculo con problemáticas sociales. Actualmente se registran unos 20 ingresos por día.
Además de la crisis social que atraviesa a muchas familias, el Pereira Rossell enfrenta desafíos estructurales, como reducir listas de espera quirúrgicas y ambulatorias
El hospital logró avanzar significativamente en cirugías de estrabismo (ya redujeron más del 60% de la lista de espera), cirugías de otorrinolaringología (como extracción de vegetaciones y procedimientos que impactan en audición y respiración) y operación de cataratas en población pediátrica.
El objetivo para 2026 es que las demoras se ajusten a plazos razonables, según los criterios del Ministerio de Salud Pública. Tras años sin inversiones significativas, el centro inició proyectos clave como la nueva obra para el ambulatorio, prevista para mayo.
También se hará una renovación integral de fonaudiología, mejora de la fachada, circulaciones internas y áreas de internación. Además, proyectos para actualizar el hospital de la mujer, incluyendo block quirúrgico y salas de maternidad, un edificio con décadas sin renovación de fondo.
“Somos privilegiados en presupuesto, pero queda mucho por hacer”, indicó.
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