Desde el pasado 13 de abril y hasta el 13 de octubre, se celebra en la isla de Yumeshima, Japón, la Exposición Universal de Osaka 2025. Bajo el lema “Diseñar la sociedad del futuro para nuestras vidas”, el evento busca explorar soluciones innovadoras para los desafíos globales del futuro.
Uruguay participa con un pabellón propio y una inversión cercana a los 2 millones de dólares, apostando a fortalecer su presencia internacional y profundizar vínculos de cooperación con Japón.
Según explicó Benjamín Liberoff, exsubsecretario de Turismo y actual comisario de Uruguay en la Expo, en apenas dos meses más de 6 millones de personas han visitado la exposición y casi 860.000 pasaron por el pabellón compartido donde está presente Uruguay.
En ese espacio, de 62 metros cuadrados, el país ocupa el fondo del recorrido, lo que le da gran visibilidad. El stand está dividido en tres áreas: una con vinos y degustaciones, otra con una pantalla gigante para contenidos audiovisuales y una tercera que simula un living para reuniones y proyección de materiales institucionales.
La propuesta audiovisual uruguaya incluye cerca de dos horas de contenidos breves, mayormente traducidos al japonés, lo que permite una interacción efectiva con el público local.
Además, se organizan activaciones temáticas periódicas, como la realizada el 20 de mayo en homenaje a los derechos humanos, en la que se repartieron margaritas y se proyectaron videos de Mateo Gutiérrez Ruiz, la Fundación Michelini, TV Ciudad, el libro “197” y el Instituto Nacional de Derechos Humanos.
Liberoff subrayó que la participación uruguaya va mucho más allá de la promoción comercial. En el marco del Día Nacional de Uruguay, que se celebrará el 17 de junio, está prevista una ceremonia protocolar, discursos y un espectáculo musical encabezado por Hugo Fattoruso, quien presentará su disco Dos Orientales junto al artista japonés Tomohiro Yahiro.
Además, se desarrollará una reunión empresarial coorganizada con JETRO (Organización de Comercio Exterior de Japón), para profundizar vínculos económicos y explorar nuevas oportunidades de cooperación.
Liberoff destacó que se están manteniendo reuniones bilaterales con miras a definir prioridades estratégicas en áreas como riego, infraestructura ferroviaria, industrias creativas y tecnología educativa, con especial interés en iniciativas conjuntas con el Plan Ceibal.
Para Liberoff, la presencia de Uruguay en Japón tiene un valor simbólico y estratégico. Recordó que este año se cumplen 100 años de relaciones bilaterales y que la cooperación japonesa ha sido clave en sectores como la salud (con equipamiento de diálisis en el Hospital de Clínicas), la arquitectura en madera, la investigación científica y la educación.
También se están impulsando iniciativas como el hermanamiento de ciudades —con la posible participación del futuro intendente de Canelones—, la cooperación cultural a través del candombe y el tango, y el aprovechamiento del “soft power” para abrir nuevas puertas en el comercio exterior, por ejemplo en la reducción de aranceles para los productos lácteos.
El pabellón uruguayo seguirá jalonando su presencia con eventos simbólicos, como los 90 años de la muerte de Gardel (24 de junio), los 75 años de Maracaná (16 de julio), y los 80 años de Hiroshima y Nagasaki (agosto), combinando cultura, memoria e identidad con una mirada hacia el futuro.
“Tenemos que ponernos horizontes altos”, dijo Liberoff, convencido de que esta participación representa una oportunidad única para posicionar a Uruguay en Asia y consolidar su política exterior como un puente entre gobiernos, academia, sociedad civil y sector privado.
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