Martín Pasturino, presidente del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), advirtió que, pese a ciertos avances en los últimos años, Uruguay continúa entre los países con peores niveles de egreso en educación media de América Latina, superando apenas a dos países de la región.
En entrevista con Informativo Carve del Mediodía, destacó los desafíos del sistema educativo y las estrategias que el organismo impulsa para mejorar la calidad de la enseñanza, el seguimiento de trayectorias y el impacto de las condiciones sociales.
“En 2005 el egreso de bachillerato era de 37%, hoy estamos en 51%, pero en la región seguimos muy abajo, casi antepenúltimos”, remarcó Pasturino. Sin embargo, matizó que el egreso no es el único indicador de calidad y subrayó la importancia de los aprendizajes medidos a través de pruebas como PISA, donde Uruguay se ubica en segundo lugar de América Latina, detrás de Chile.
Uno de los ejes del trabajo del Ineed son las pruebas ARISTA, que se aplican en tercero y sexto de escuela y en tercero de ciclo básico. Pasturino adelantó que en 2026 se tomará una nueva edición, con una prueba piloto en 2025, y se está trabajando para incorporar también una evaluación en el nivel de bachillerato.
El objetivo no es solo conocer cuántos estudiantes egresan, sino también cómo egresan en términos de conocimientos. Además, se busca ampliar el alcance de las pruebas. Junto a las áreas ya evaluadas (matemática y lectura) se incorporarán escritura, ciencias y pensamiento computacional, este último en coordinación con el Plan Ceibal.
También se proyecta una investigación sobre el impacto de la educación inicial en los aprendizajes posteriores y un seguimiento de egresados de bachillerato a los dos años de finalizar sus estudios, para conocer su inserción educativa o laboral.
Pasturino destacó que el Ineed elabora informes cada dos años que son enviados al Parlamento, a las autoridades educativas y a la sociedad en general. “Nuestro principal destinatario es la ANEP, pero también aportamos datos para la academia y otros organismos que diseñan políticas públicas”, explicó.
En ese sentido, subrayó que las evaluaciones nacionales permiten analizar cuánto del currículum se aprende efectivamente, a diferencia de las pruebas internacionales, que se centran en competencias y no siempre se adaptan a los planes de estudio nacionales.
Uno de los aspectos más preocupantes señalados por el presidente del Ineed es el crecimiento sostenido de la inasistencia escolar, especialmente en Montevideo, donde tres de cada cuatro alumnos tienen asistencia insuficiente. Este fenómeno, que se agravó tras la pandemia, afecta particularmente a los sectores más vulnerables y tiene un impacto directo en el desarrollo de habilidades socioemocionales y en los aprendizajes.
Un informe reciente del Ineed reveló un descenso en habilidades como la motivación, la autorregulación y la convivencia, que están estrechamente vinculadas con el desempeño académico. “Cuando hay violencia en el contexto del centro educativo, ya sea externa o interna, los aprendizajes caen. Lo mismo sucede con situaciones de bullying”, apuntó Pasturino.
Las pruebas PISA 2023 mostraron que el 50% de los estudiantes de 15 años en Uruguay, Argentina y Chile se distraen con celulares durante las clases, el doble que en países desarrollados. Aunque en algunos países europeos se ha prohibido su uso, Pasturino considera que la clave está en promover la autorregulación desde cada centro educativo.
El Ineed respalda la política de ampliar las escuelas de tiempo completo, que ya ha demostrado tener efectos positivos tanto en los aprendizajes como en la asistencia y el bienestar, especialmente en contextos socioeconómicos desfavorables. Además, valoró las transferencias monetarias, como la Asignación Familiar y la nueva partida especial de $2.500 que comenzará a regir en julio, como herramientas clave para mejorar las condiciones de vida de las familias con menores ingresos.
“Cada año nacen unos 30.000 niños en Uruguay y unos 10.000 lo hacen bajo la línea de pobreza. Si ese umbral se sube a $20.000, estamos hablando de unos 14.000 niños en situaciones de alta vulnerabilidad”, advirtió Pasturino.
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