El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó un nuevo documento estratégico, que consta de 33 páginas que redefine la política exterior norteamericana y que ha sorprendido al mundo por el tono y los señalamientos directos a aliados históricos, especialmente Europa.
El documento coloca a Europa en el centro de las preocupaciones de la Casa Blanca. Trump afirma que el continente enfrenta “la desaparición de su civilización en 20 años”, un diagnóstico que atribuye al aumento de la inmigración, en particular de población musulmana.
Según lo expuesto por el mandatario estadounidense, hoy viven en Europa unos 30 millones de musulmanes, cifra que podría llegar a 100 millones en 2050. El texto también menciona el crecimiento de mezquitas, alcaldes y parlamentarios musulmanes en diferentes países europeos como parte de un cambio que, a su juicio, “altera la identidad continental”.
Además, el presidente cuestiona la fiabilidad de algunos países europeos como aliados de Estados Unidos y reclama un fuerte aumento del gasto militar. Exige que los países del bloque destinen el 5% de su PBI a defensa, bajo amenaza de condicionar acuerdos comerciales y de seguridad.
El documento también apunta a la guerra en Ucrania. Trump sostiene que Europa “no entiende la realidad” del conflicto y mantiene una visión “poco realista”, lo que, según plantea, ha prolongado la guerra. En su texto, afirma estar impulsando esfuerzos para lograr un cese del fuego y “devolver estabilidad y paz al mundo”.
A su vez, el presidente estadounidense vive una tensión particular respecto a Rusia. No sabe cómo manejar a Putin y, de hecho, el mandatario ruso continúa expandiendo su influencia global, con reuniones recientes con India, China, Turquía, Israel y Brasil.
Uno de los pasajes más polémicos del documento es la referencia expresa al apoyo estadounidense a partidos europeos de extrema derecha. Trump menciona al partido Vox en España y a Alternativa para Alemania, asegurando que el texto impulsa un reforzamiento político de esas fuerzas como contrapeso a la Unión Europea.
El documento plantea que Estados Unidos debe recuperar su “preeminencia” en la región para evitar que “se desvíe de los caminos de la libertad, la democracia y los derechos humanos”.
La respuesta de Europa no tardó en llegar. El canciller alemán reaccionó de forma inmediata, señalando que “mo hay nadie que nos pueda decir lo que tenemos que hacer”, señalando que Europa tiene “fuerza, autonomía y autoridad moral y política” para definir sus prioridades.
Escuchá el informe completo del periodista Tomás Friedmann, especialista en asuntos internacionales.
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