Tras dos años de estudios previos, el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) presentó un proyecto para mejorar la eficiencia del transporte público metropolitano.
La propuesta incluye utilizar vehículos eléctricos similares a los ómnibus pero más grandes, que transporten hasta 220 pasajeros, y hacer paradas subterráneas y pasajes a desnivel, entre otras características.
Como dos grandes ejes, habrá una línea A, que conectará Zona América con Ciudad Vieja, en un un viaje de 23 kilómetros y 41 paradas. La idea es que haya 30 frecuencias por hora, es decir, con un intervalo de dos minutos.
La línea B, en tanto, conectará Plaza Independencia con El Pinar, una longitud de 30 kilómetros y 48 paradas. En este caso se prevén 15 frecuencias por hora, con un intervalo de cuatro minutos.
La inversión prevista es de US$ 528 millones.
Para el Cinve, más allá del rol clave de las intendencias, “la intervención del gobierno nacional es condición necesaria (…) por la cuantía de recursos involucrados, así como la escala metropolitana que deben tener las intervenciones”.
El economista Gonzalo Márquez, especialista en asuntos de Movilidad, Transporte y Energía, integrante del equipo del Cinve que lleva adelante esta iniciativa, dio más detalles en Informativo Carve del Mediodía sobre este proyecto.
Resaltó que con la implementaicón de este plan la velocidad de circulación aumentará un 50%, a la vez que el tiempo de viaje disminuirá entre 25% y 35%.
El sistema de transporte tendrá “un declive si no somos capaces de generar una serie de intervenciones que lo muevan de su estado actual”, advirtió Márquez.
Tendría que ser un proyecto que incluya a los gobiernos departmaentales de la región metropolitana (Montevideo, Canelones y San José), pero también al gobierno nacional.
“Si pretendemos dar una suerte de salto de calidad en el sistema de transporte a escala metropolitana el involucramiento del gobierno nacional es clave”, destacó.
El especialista indicó que tanto el gobierno nacional, con las potestades regulatorias que tiene actualmente el Ministerio de Transporte sobre el transporte suburbano, como los gobiernos departamentales deberán pasar a trabajar en conjunto, bajo una nueva entidad, para unificar tareas.
También dijo que el Ejecutivo deberá destinar recursos para poder llevar adelante esta transformación, aunque aclaró que los dineros públicos no son la´única fuente de financiamento de este nuevo sistema.
El proyecto apunta a que la primera etapa de transformación fuera concretada al final del próximo período de gobierno. A su vez, apunta a que la transformación debería extenderse a otras áreas, a largo plazo.
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