La Sociedad Apícola del Uruguay (SAU) advirtió que el sector atraviesa una de las peores mortandades de colmenas de su historia, con más de diez mil colmenas afectadas en al menos ocho departamentos. El fenómeno, que comenzó a reportarse hace unos quince a veinte días, ya provocó pérdidas productivas severas y mortalidad masiva de abejas pecoreadoras, lo que compromete la viabilidad futura de miles de colmenas.
El tema fue presentado este lunes en la Junta de la Granja del Ministerio de Ganadería, con participación de la SAU, que reclamó respuestas rápidas y presencia del Estado en territorio.
La doctora Estela Santos, apicultora e investigadora de la Facultad de Ciencias, es una de las técnicas que integra el proyecto que hoy concentra los relevamientos de campo. Según explicó, ya hay cerca de cincuenta casos reportados por productores. El fenómeno se concentra en Canelones, San José, Colonia, Flores, Florida, Soriano, Río Negro y Paysandú, la zona con mayor densidad apícola del país.
Del total de unas diez mil colmenas afectadas, unas tres mil ya están muertas, y otras siete mil se encuentran “al borde de la inviabilidad”.
A su vez, sostuvo que las pérdidas reales podrían aumentar cuando más apicultores visiten sus apiarios. “Esto recién empieza”, advirtió.
Santos señaló que el invierno benevolente y la primavera con abundante floración habían generado colmenas fuertes y sanas este año, por lo que la mortandad masiva sorprendió al sector.
Aunque aún no hay identificación de la molécula responsable, el proyecto de investigación detectó un factor común en los casos relevados. La mortandad coincide con el momento del secado de colza mediante desecantes. Productores reportan un uso elevado este año.
El herbicida Paraquat, prohibido en Uruguay desde 2021, es uno de los productos que, según relataron apicultores, habría circulado en esos días.
“No podemos asegurar que haya sido Paraquat. Sí coincidimos en que el recambio de colza es un denominador común. Los análisis químicos serán los que digan qué moléculas están presentes”, agregó.
Ensayos preliminares del INIA muestran que el Paraquat no genera grandes daños por contacto, pero sí podría ser altamente tóxico por ingesta, si hubiera flores disponibles en el entorno al momento de aplicar el producto.
El equipo de investigación, que trabaja con apoyo de la ANII y del Centro Universitario del Litoral Norte, es por ahora el único que está en campo recolectando muestras y registros sistemáticos.
Según Santos, Servicios Agrícolas está a la espera de denuncias formales por vía administrativa, un mecanismo que los apicultores consideran inapropiado porque los obliga a señalar a vecinos sin tener certezas, ya que no saben qué sustancia o qué predio pudo estar involucrado.
La mortandad afecta principalmente a las abejas pecoreadoras, que son entre 20.000 y 30.000 por colmena. Aunque muchas colmenas siguen vivas, quedan profundamente debilitadas, lo que genera una caída abrupta de la producción de miel.
“Es previsible que el mes que viene muchos productores hayan perdido la mitad de sus colmenas”, advirtió Santos.
Los reportes formales relevados hasta ahora pertenecen a 45 apicultores, pero la investigadora estima que el número es mucho mayor. “Hay cientos de productores en la zona. Muchos aún no visitaron sus apiarios y no saben lo que está pasando”, sostuvo.
Uruguay tiene unas 600.000 colmenas, pero la pérdida de 10.000 en pocos días, concentradas en la región de mayor producción, es considerada por el sector como un evento crítico sin precedentes recientes.
El proyecto científico continúa tomando muestras y a la espera de los análisis que permitan identificar las sustancias involucradas. Mientras tanto, la SAU reclama presencia urgente de las autoridades y medidas de mitigación para un sector que ve amenazada su próxima zafra.
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