El Parque Científico y Tecnológico de Pando, en Canelones, es desde este miércoles la sede de la nueva oficina regional para el Cono Sur del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), organismo internacional dedicado a la modernización del Estado, la gestión pública y la innovación en los servicios públicos.
El secretario general del CLAD, Conrado Ramos, explicó que la apertura de esta oficina busca “dar mayor capilaridad” a la institución, cuya sede central está en Caracas (Venezuela), pero enfrenta limitaciones operativas por la situación política y financiera del país.
El CLAD está integrado por todos los países de América del Sur y Centroamérica, además de España, Portugal, Andorra y Angola. También participan como observadores Guinea Ecuatorial y otras naciones del Caribe agrupadas en la Caricom. Su financiamiento proviene de los propios Estados miembros y de la cooperación internacional, con el apoyo de organismos como la CAF, el BID y la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID).
Desde la oficina uruguaya, el CLAD impulsará proyectos sobre gobernanza colaborativa, digitalización, interoperabilidad de datos, inteligencia artificial aplicada a la gestión pública y capacitación de funcionarios. Ramos destacó el interés en desarrollar “redes de confianza entre actores públicos, privados y sociales para resolver problemas complejos”, así como la posibilidad de instalar un observatorio de legitimidad ciudadana y social para monitorear la confianza en las instituciones de América Latina.
Durante la inauguración estuvieron presentes representantes de organismos uruguayos como AGESIC, UTEC, la Escuela Nacional de Administración Pública (ENAP) y el Servicio Civil, además de autoridades de Canelones y del Congreso de Intendentes, con quienes se proyectan líneas de trabajo en descentralización y fortalecimiento de los gobiernos locales.
Ramos, que ha ocupado cargos en el Servicio Civil, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y la Universidad de la República, recordó que su trayectoria ha estado centrada en la relación entre política y administración.
Consultado sobre el debate actual en torno a la reforma del Estado, consideró que Uruguay necesita avanzar hacia una carrera pública más flexible y transparente, que permita la movilidad horizontal de los funcionarios y reconozca las competencias efectivas de cada ocupación.
“El Estado uruguayo tiene muchos profesionales a los que simplemente se los llama ‘asesores’, sin saber exactamente qué hacen. Para mejorar la eficiencia, hay que identificar qué hace cada persona, dónde falta y dónde sobra gente, y alinear los salarios con el valor que cada función agrega a la sociedad”, afirmó.
El secretario general del CLAD también señaló que los “pases en comisión” se han convertido en un mecanismo informal para suplir la falta de movilidad dentro del Estado, lo que genera inequidades y pérdida de motivación entre los funcionarios más jóvenes. “Siete de cada diez quieren irse, porque no ven oportunidades de crecimiento”, advirtió.
Ramos subrayó la necesidad de dar un “salto de calidad” en la gestión pública uruguaya. “Se hacen muchas cosas, pero hay que medir los resultados y rendir cuentas con claridad a la ciudadanía. El presupuesto debe mostrar qué se logra con cada peso invertido. Eso fortalece la legitimidad de las políticas públicas”, señaló.
La instalación del CLAD en Uruguay consolida al país como un nuevo nodo regional en la agenda de innovación, modernización y cooperación estatal en América Latina.
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