Rusia realizó un ataque masivo contra Ucrania este jueves con cientos misiles y drones. Los proyectiles golpearon infraestructuras energéticas civiles y más de un millón de ucranianos se quedaron sin electricidad.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que el ataque fue en respuesta al uso de armas occidentales de largo alcance contra territorio ruso.
Además, Putin mencionó la posibilidad de atacar la capital ucraniana, Kiev, con el nuevo misil balístico hipersónico “Oreshnik”, al que describió como un arma terriblemente destructora.
El periodista Tomás Friedmann, especialista en asuntos internacionales, destacó en Informativo Carve del Mediodía que ya son más de 300 los misiles y drones disparados por Rusia, dejando a más de un millón y medio de personas sin electricidad en Ucrania, según el informe del gobierno.
Moscú ha venido dañando con frecuencia a la red eléctrica de Ucrania y se espera que esto perjudique a Ucrania durante el invierno que está llegando. Se estima que la mitad de la capacidad energética de Ucrania ha sido destruida desde que empezó la guerra.
En las últimas semanas los funcionarios han sugerido que Rusia podría estar almacenando misiles para lanzar ataques coordinados en la infraestructura eléctrica que queda y hacer que el invierno sea insoportable para millones de ucranianos.
Vladimir Putin está muy enojado por la decisión del presidente de Estados Unidos Joe Biden y del primer ministro inglés, Keir Starmer, de permitirle a Ucrania utilizar misiles de mediano y largo alcance contra Rusia.
Este ataque de Rusia llega como respuesta luego de que Ucrania los haya utilizado por primera vez. Además, este jueves Putin amenazó con apuntar a los centros de toma de decisiones de Ucrania a la capital y destruirla con el nuevo misil llamado “Oreshnik”. También recordó que su país produce diez veces más misiles que todos los países de la OTAN y Estados Unidos juntos
En este contexto, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, nombró al teniente general retirado Keith Kellogg como enviado especial para Ucrania y Rusia para poner fin a la guerra.
Kellogg, quien fue jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump, diseñó una propuesta para poner fin al conflicto. Kellogg considera que Estados Unidos debería condicionar el envío de armamento a Ucrania para forzar a ese país a negociar con Rusia el fin de la guerra.
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